II UltraTrail Sobrarbe

Pues esta vez la cosa no fue un jardín de rosas que digamos, o sí…..yo creo que sí.

Este año subí el viernes para ahorrarme sustos de última hora en forma de rebaño de ovejas cortando la carretera durante un buen rato, que casi hace que no llegase a tiempo a la salida el año pasado. A eso de las 21 estaba recogiendo el dorsal y saludando a mis amigos de la organización, gente muy maja. La bolsa del corredor? Pues más y mejor, guía de rutas de la zona con mapas de Prames, camiseta técnica y bonita, chubasquero de plástico (para casos de emergencia), botella de vino de la zona, guías de visita de la comarca y más cosas que ahora no recuerdo.

Me instalo en el parking del polideportivo y a cenar que mañana gastaremos muchas calorías….luego visto lo visto igual gaste más litros de agua que kilos de grasa. A las 23 a dormir.

Toca diana a las 7, me visto preparo todo y voy al pabellón al desayuno gentileza de la organización. Allí encuentro a alguien que se hace difícil decir porque es especial para mi, pero lo considero un gran amigo todo y que no hemos compartido muchas horas, Luis. Estaba preocupado porque su zagal estaba con fiebre y desde aquí espero y deseo que ya este dando guerra, señal que ya esta recuperado. Charlamos y me transmite con esa mirada paz, candidez y energía positiva a raudales…..disfrutaremos y haremos lo que se pueda. También hay un montón de gente de les Terres de l’Ebre, de Alpicat i el Xavi de Mollerussa.
Nos subimos al autocar, gentileza de la organización, que nos lleva a Abizanda, donde esta la salida. Después de los consejos, de los parlamentos y de la salida protagonizada por unos títeres gigantes empieza la primera etapa.

Salida preciosa con una plaza llena de corredores de montaña. Por los primeros caminos da gusto ver la fila de hormiguitas en busca de su “nido” llamado Aínsa y situado a 42kms y 1400m+. Poco a poco nos vamos estirando y entre conversaciones y risas los kms van avanzando. Este año los kms pasan volando y los pueblos se suceden como si los hubiesen puesto uno al ladito del otro. Voy haciendo memoria de lo que viene y de las cosas que el año pasado me parecieron preciosas y este las quiero disfrutar sin prisas.
Hasta el control de La Corona todo va bien, pero después de beber y comer el enésimo trozo de plátano, a los pocos minutos y bajando por una pista buenísima y sin una pendiente pronunciada, noto un pinchazo en el tendón rotuliano…..malo, muuuu malo…camino un trozo y luego intento volver a correr pero duele y no puedo dejarme ir, tengo que pisar suave con la pierna derecha y controlar la velocidad con la izquierda. Pasan el rato y deseo con todas mis fuerzas encontrar subida o como mínimo plano, pero tengo más de 5kms de bajada. Como puedo y intentado pensar en gente positiva…..uff que habría hecho sin Anna… los malos ratos pasan y después de cruzar un rio, donde me refresco los pinrreles, comienza una zona de toboganes y pequeños pueblecitos. En esta zona el calor se deja notar y el sol parece que caiga con más fuerza sobre mis espaldas, que añadido al malestar de la rodilla me hace tener más ganas de llegar a la meta. Centrándome en las señales del G.R. y disfrutando de las empedradas y estrechas calles que atravesamos a cada pueblo me encuentro en Aínsa, solo quedan las escaleras que dan acceso a la zona antigua y plaza mayor que es preciosa, pero coño con las escaleras!!! En un tramo de escaleras decido ayudarme cogiéndome de la barandilla, coger y soltarla es la acción-reacción mas rápida del día, como quema la condenada barandilla de hierro. Comienzo a oír la megafonía, ya estoy! ya veo el arco de meta! ya oigo los aplausos! y eso que no era el primero…creo que oí decir que alrededor del 20.

El primero que me viene a ver, como no es Luis. Luego todo son cuidados, melón, sandia, agua, aquarius, frutos secos…
Los últimos kms con el calor han sido duros y parezco un esquimal que ha cruzado el desierto. Bebo y como sandia. Estiro piernas bajando a las duchas y despues semi-siesta hasta la hora de la cena, gentileza de la organización. Lo de semi-siesta es debido al calor que hace y que me estoy continuamente preguntado si mañana la rodilla habrá mejorado y podré salir.
Ceno y comentamos la jugada con Xavi, un pedalaire de Mollerussa, y después de a dormir. Me pongo el despertador a las 5:30 porque la salida es a la 6, pero a las 4:55 los truenos y relámpagos me despiertan y unos minutos más tarde llueve…..genial y encima mi rodilla me duele incluso con solo levantarme para vaciar mi bufeta.

Mal, muy mal pinta todo.

Sabado 18:00, 33º i alguna nube

Domingo 6:30, 14º i lloviendo con relampagos y truenos

Lo que viene a continuación no tengo claro si es un razonamiento fruto de la experiencia adquirida, que me hace valorar las cosas mejor o fruto del cangüelis por la dureza de la etapa que tenia delante.
Por el lado positivo estoy sorprendido de lo bien que me encuentro de piernas, he recuperado mejor que el año pasado y eso me motiva a salir.
Por otro lado, el negativo, la rodilla me duele en el km 0 y me quedan 60 por delante. Además si quiero abandonar el tema regresar a Aínsa es un lio porque la bolsa con la ropa de recambio la tendré el la meta, Refugio de Viados y no bajara hasta bien entrada la tarde. No tengo ganas de hacerme daño en medio de la montaña y complicar la vida a la buena gente de la organización. Siendo incluso optimista y calculando que la rodilla aguante hasta el km 30,no me veo luchando mentalmente y físicamente durante 30kms contra el cansancio, el dolor de rodilla y probablemente contra el frío y lluvia.

Resumiendo gana el lado cobarde y decido no salir. Dicen que una retirada a tiempo es una victoria…..y una mierda, ahora me siento fatal, y todo y repetirme, que si mañana quiero puedo salir a hacer bici y si hubiese intentado salir seguramente tendría que estar pidiendo hora en el fisio y traumatólogo y haciendo reposo una buena temporada, pues no me sirve de consuelo para no sentirme decepcionado conmigo mismo…. Mañana y con el tiempo se que lo veré de otra manera más positiva pero hoy me siento así.

Conclusión, me he perdido una segunda etapa preciosa, que si les ha hecho el tiempo que me imagino, habrá sido épica, y que quedara grabada en la memoria de cada allegador, paso a paso hasta ver el refugio de Viados. Pero la vida continua y de mi depende encontrar sensaciones y experiencias nuevas, o no, que me llenen de pies a cabeza de sentimientos que me hagan sentir feliz y lleno de vida.

Por último y a riesgo de ser pesado. Gracias a toda la gente que hace posible una prueba como esta, con toda su ilusión y esfuerzo hacen que como mínimo yo me sienta como en casa. Gracias a todos y espero que la gente sepa apreciar y dar continuidad a una experiencia turístico-lúdica-deportiva llamada ULTRATRAIL DE SOBRARBE.